“Siempre me duelen las lumbares”, “Tengo como un cinturón de dolor en los riñones”, “Voy a que me traten las lumbares y el dolor no se me quita”. Estas son algunas de las frases que como fisioterapeutas oímos a menudo en consulta, ante ellas, debemos aumentar la región de tratamiento en busca del músculo o conjunto muscular que está haciendo que el paciente no mejore, como puede ser el músculo Psoas Iliaco. Es importante descartar otras posibles patologías ajenas a la musculatura que también pueden dar esta sintomatología.